El ahorro es un lujo.
F. SCOTT
FITZGERALD
Nuestra nevera nunca estuvo llena.
Se
congelaba, hacía ruidos raros
como diciendo «mira, no me usáis,
vendedme a
alguien del barrio, no será muy difícil»
–todo esto, claro está, en un
lenguaje
propio de las neveras;
un idioma sintético, volátil,
una
lengua compleja, cargada de freón–.
Con todo éramos pobres para poder
tener
la nevera vacía,
debíamos llenarla de algún modo.
Fue mi mujer
quien dio la idea de los libros.
Ben Clark
Traducción: Andrés Catalán