De cada uno que se va me queda algo
en mi casa, una olla.
en mis gestos, fuego.
en la mirada, agua.
Sobrevivo con estos restos
como si no hubiesen ido.
como si fuesen míos.
como si estuviesen vivos.
Pero después de un tiempo
la historia tibia.
la memoria vibra.
la nostalgia evapora.
Y la vida, por fin, condensa
para caer sobre mí.
para empezar otra vez.
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