para luego salir a bailar desenvuelta
en telas y en trajes
de baño en un vestido suelto
que se escurre por tu cuerpo
como agua o chocolate derretido.
para acostarse con alguien
y sentir que la mano del otro
toca el aire y el aire
te toca suave
como la canción que oyes al fondo.
para entrar en el mar
y el mar danzar por tus piernas
tus brazos y tus pelos
que en una coreografía silenciosa
suspiran y se enamoran.
para que el ballet vuelva a la vida
y la vida pueda ser
colorida o gris
o blanco y negro
y dar otra y otra vuelta.
Ellen Maria
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