Hasta ayer creía
que nunca me recuperaría,
que la vida no más luciría,
que sería siempre una abierta herida.
Pero hoy tuve noticias tuyas.
Me dijeron de tu nuevo adorno,
pirata sin loro,
Tu diente de oro
me dio brillo propio.
Gracias.
No me imagino con un hombre
de sonrisa amarilla.
Ellen Maria
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